Es que la felicidad no se descubre al encontrar a la persona apropiada sino en ser la persona adecuada . La felicidad no está en encontrar a quien te haga feliz sino en aprender a traer felicidad a los que te rodean.
La felicidad la encuentra la persona que aprende a vivir sabiamente. Está en aquella persona que establece relaciones saludables, pone límites, acepta lo bueno y rechaza lo cuestionable. Es feliz quien se acerca a las personas sin sospecha pero con prudencia y se aleja de quienes le hacen daño, sin maltratar pero con inteligencia.
La felicidad la encuentra quien aprende a usar las cosas y no a las personas, quien no abusa ni permite el abuso. No es feliz quien nunca recibe heridas sino quien sabe como evitarlas y cuando es imposible, sabe como curarlas . No es feliz quien nunca tiene problemas o todo tiene resuelto, sino quien cuando estos llegan los enfrenta sabiamente y cuando no puede busca ayuda inmediatamente.
Por tu propio bien deja de buscar la felicidad en las cosas, personas o circunstancias que te están rodeando y comienza a cambiar desde tu interior las actitudes que te están afectando.
La felicidad la encuentra quien aprende a usar las cosas y no a las personas, quien no abusa ni permite el abuso. No es feliz quien nunca recibe heridas sino quien sabe como evitarlas y cuando es imposible, sabe como curarlas . No es feliz quien nunca tiene problemas o todo tiene resuelto, sino quien cuando estos llegan los enfrenta sabiamente y cuando no puede busca ayuda inmediatamente.
Por tu propio bien deja de buscar la felicidad en las cosas, personas o circunstancias que te están rodeando y comienza a cambiar desde tu interior las actitudes que te están afectando.
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